Jorge Luis Borges sostenía que todas las historias escritas emanan de tres fuentes comunes: la del hombre que se sacrifica por salvar a sus semejantes, la de los amigos que se dan cita para vengar una afrenta y la del hombre que lucha contra los elementos para volver al hogar. De esta manera, el genial escritor reducía toda la producción literaria universal a tres obras: el Nuevo Testamento, La Iliada y La Odisea. Esta fue la particular manera que tuvo Borges de curarse (y curarnos) en salud sobre el genio y la creatividad. Mi experiencia profesional da fe de que el proceso